24 de mayo de 2008

Provocaciones VII


No sé si hablarle a la luz
o a las sombras de ti, que ella me devuelve,
no sé si finalmente eres sombra sólo
o silueta pendular
perdiéndose
como columpio abandonado en este parque.

No te sé color ni forma real o luminosa
apenas palabra
apenas voz, a veces, diluida e indescifrable
igual a la de aquellos pájaros
ante la invasión de las nubes
que ahora congelan
y descienden frías para habitarme los ojos
para impedirme mirar con los oídos
para impedirlo todo.

Pero podría hablarte de lo que sí sé, de lo que puedo,
que es como decir poemas
sin "te quieros"
para no repetir la disolución de los sonidos
en la bruma,
para no envolverme yo
y ser apenas evaporación de la neblina
para resistir las demoras del sol, hablándole a la luna,
que aún si cae en un gran charco
semejante a un pentagrama,
menguada o nueva,
no teme a ser milagro
para volver canción iluminada en plena noche
como tú
o la luz que eres cuando me nombras.


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