28 de junio de 2008

Aclaración de este momento



De una rosa abriendo sus pétalos de agua,
de ese mar tranquilo, del sentir
la calma y su propagación,
de la piel expuesta y desnuda
comunicando
receptora de la bruma o el viento,
del clima frío que aún persiste,
de eso hablo, de instantes
que no son propuestas, que no son señales
un poco a la deriva y dejarme guiar
sin ver,
tomada desde el eco
sin oír tampoco,
pero como si tus versos me volvieran hasta marzo
o a los colores de septiembre
y así sin ver,
palpar cómo embriaga la distancia dé esas estaciones,
la lejanía de las playas
y la voz de un horizonte que me entra por los poros
que se anuncia, seduce
y me reconoce.

De eso hablo, ya no quiero las estrellas
ni mi rumbo es una galaxia cierta o equivocada.
Hoy contemplo la simpleza de los puertos,
simplemente estoy
como atraída en su lenguaje
en la mudez y sus síntomas de olvido
estoy
como esperando descifrar tu poesía y sin leerte
saber innecesaria tu mano señalando nada.
Sólo toma la mía y calla,
que se digan solas aquellas rosas tuyas
que se diga sin decirse
tu música
y tu compañía.



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