18 de febrero de 2008

Ejercicio de la Soledad II


Reflexiva


Cae una hoja

longitudinal
cáese otra,

así el pensamiento
ejercita una soledad
que es viento,
aire,
rescatándome
sin saber de dónde.

Foto: EE., Enero de 2008

16 de febrero de 2008

Ejercicio de la Soledad I



Ejercer la soledad remite a nombres
y a sus tramas sonoras
que nos dejan su trazo migratorio
y que pueden trepar como brotes frescos
de un árbol junto al camino
o como aromas de noche ebria
vertida en un vaso vacío de preguntas.

No es estar solo,
nunca se está suficientemente solo
para dejar de oír.

Soledad remite a silencios que llaman a otros,
que mueven
que revelan
porque al final de todo
somos en los otros
un eco compartido.

II

Entonces, ocurre que aparece mi hermano
- que no veo hace tiempo-
con su forma fantasma y herencias que quedan,
aparecen mis amigos, mis cercanos lejanos de hace años,
y ocurre que aparecen las únicas respuestas imposibles.

¿Dónde se va gestando la soledad o nos viene
como inherencia a nuestras decisiones?

Hoy resulta que elijo escribir estas líneas
y mientras lo hago
quiero creer que una letra me acompaña.


Foto y texto: Durante los E.E. enero de 2008

31 de enero de 2008

A soñar la aurora


MÚSICA: "Aurora"
Autor: Nicolás Aldo Parente

Texto: Solange Schiaffino






Lloras.
Lo sé
y se te caen las palabras como si fueran un rocío
un tremor apenas viento
donde todo estaba.

Ahora entre las rocas debes desaprender
Y ser como los vacíos.
Lo sabes. También las piedras se desmoronan
y salan sus grietas
tristísimas y remotas
desde el origen.

No importa que no sea marzo
todo es grande desde aquí
y sé que el mundo te es ajeno,
una respiración cinematográfica
como órbita extraviada
en un paneo desde el cielo te gira inmenso
y de pronto sus grados
que son uvas
en plena madurez de verano
se desbaratan
y arpegian el mar
cuerdas como gotas
y gotas que son racimos
o uvas
perdiéndose
como las manos suyas a perderse
que si dedos o superficie
siempre a perderse.

Pero hoy has visto cómo regresas
a los tonos de la mañana
y si todavía eso no tuviera forma
aún así es tan dulce soñar la aurora
como si una piedad soplara
en el arrebato de las nubes
y fuera más que humo sobre aquella ferrovía
señalándote el camino a casa.

Lloras.
Lo sé
y se te caen las palabras como si fueran un rocío
un tremor apenas viento
donde todo estaba
y estará.


Esa Luz



Gracias Daniel por el regalo de dar imagen a la luz



14 de octubre de 2007

Te me hiciste poeta




Te me hiciste poeta

Alguna vez creí que ése era un don que aparecía sólo en los libros de mi padre, ésos que él conservaba como recuerdo de un amor de joven con una rosa secándose dentro, porque de niña los libros en casa sólo aparecían si él los traía como de otro mundo, envueltos en un papel de diario y atados con cáñamo muy grueso como un bulto que alguien recogía de entre las ediciones fallidas de la fábrica.

Todavía recuerdo cuando los sacaba uno a uno del paquete, desempolvándolos, les rearmaba alguna hoja suelta y los encolaba hasta que volvían a abrirse como una ventana hacia la luz, y luego se ponía a leerme historias de santos, o de niñas que sabían hacer felices a los otros, o de lugares tan lejanos tan que no podía imaginármelos sin cerrar los ojos, y estaban esos libros con tapa firme, que él mismo encuadernaba, algunos eran libros de poemas - zig-zag - que decían "antología" y yo no sabía de esos significados ni él tampoco sabía de la RAE, pero yo le creía cuando me explicaba de un don que tienen algunos para escribir como si el corazón estuviera en el papel. Y le creía cuando me hacía esperar a ser más grande para entenderlos, pero a mí me interesaban más las rosas que señalaban páginas especiales y la tinta borroneada de algún verso subrayado.

No supo mi padre que yo también pinto los versos con tinta verde, y que a veces, guardo más espinas que rosas, tampoco supo que le porfié tanto a su teoría de los dones, que aquí estoy escribiendo lo que sale.. como si pudiese ser papel y letras, como si no pudiese estar sin ellas, y como si no creyera que alguien iba a decirme lo que él quizás diría... "te me hiciste poeta, farfallina".





23 de septiembre de 2007

Valdivia es lluvia




Valdivia es lluvia
y sus calles transcurren como tiempos
de un pentagrama pintado sobre los charcos.
Sus aguas dibujan rosetones con la niebla
para ocultar los cisnes que lloran
un amor olvidado en el luto de sus cuellos.

Valdivia es lluvia
con que ahogar la humeante
soledad de la madera, del clavo maltrecho
y la sombra firme del alerce o los coigües,
de la casa iluminada y la gota tardía en los cristales.

Se conoce Valdivia con los ojos cerrados,
cuando presientes sus ríos morir en el horizonte
y oyes el rugido suave de los verdes,
del viento brisa,
la respiración de taguas
o el muelle crujiente con sus barcos huérfanos.

Cuando distingues el olor de la tarde
tejido desde el cauce, a carbón encendido,
a tierra mojada, a muertos anclados en islas abisales,
a esperanza emergiendo de sus aguas,
porque Valdivia es lluvia
y el gris se despide repentino
cada vez que los ojos se abren
y el cielo se parece un poco más a tu mirada.

Por eso me quedé trazando un mapa
para que tú llegues,
para que siempre llegues.

Foto: Valdivia, febrero de 2007

21 de septiembre de 2007

Valdivia es lluvia




Valdivia es lluvia
una pausa del tiempo antes de morir

puentes rompiendo en islas
el latir de todaslas riberas

las mías, las de esta ira
que repasa las ruinas dormidas en el vientre
y esta vergüenza que me ronda
por querer acurrucar la pena en alguna parte
pienso sus verdes para demorarme
en el humo de leña encendida tan distinto
al que escupen de furia
las protestas del once en las esquinas
o allá más lejos, los desierto de petróleos con su muerte.

Valdivia me lleva consigo
cuando la derrota me atraviesa
es la tregua que daría al mundo
porque es inútil un poema
para contener la sangre inútil
yo desde un sur ajeno y testigo
aquí como escondida
deseando que la creación persista
sobre la mortaja que la asedia.

Llueve, Valdivia,
tal vez tu llanto
sacie la sed enterrada en el Oriente.


Foto: Valdivia, febrero de 2007