14 de noviembre de 2023

Aunque sepa que va a doler



No va a pasar
porque tendré que huir donde la oscuridad
y el rumor no me alcancen, 
porque no tengo otra forma de sentirme envoltura, 
placenta infinita y fetal en mí, 
a esta edad donde la duda
es líquida como mis lágrimas. 

No quiero decir cuánto palpita una cicatriz 
porque es fácil pensar que de antigua ya no duele 
o que ha pasado el tiempo 
y debí aprender a vivir como si no fuera. 
 
No puedo decir cuánto tiembla el corazón 
porque no hará sentido 
cuando del otro lado de la noche, distrae la luna. 

Solo callando es que no va a pasar 
y que cada vez se agosten mis venas, 
porque no va a pasar mientras el sol se ponga 
sin que se interrumpa el horizonte 
y sea suficiente sombra sobre mi rostro 
de perdón por haber sufrido 
o por tener la herida abierta emanando silencios. 

No va a pasar, porque ya no espero que se entienda 
ni importa cuando la importancia tiene otro centro. 
No, no va a pasar, porque no diré 
y el vacío se hará eco y lo que haga o tema será cosa mía. 
Igual optaré por sonreír a las mañanas 
y mi pecho abierto para las manos limpias.