1 de noviembre de 2017

Cachiyuyo



Por un momento el cielo es luminoso otra vez 
y es cálida la tierra en su mezcla rojiza de mineral. 
Por un momento la sombra de la cruz se alarga 
y su amplitud abarca el horizonte, 

Hay algo aquí que atrae la inocencia. 
Hago fotos y sonrío por la belleza 
a pesar del deterioro, 
son muros blancos lidiando con la gravedad 
y sin embargo, intactas, sus flores de plástico 
festejan una fe que ha quedado a la deriva. 

Sonrío por el descanso en el camino 
por los cerros monótonos de aridez 
que cobran vida en este caserío 
donde un instante es indicio para lo eterno. 

Y sonrío por su puerta abierta, la reja de madera 
y un árbol como pintura de niño con su sol, 
siempre el sol en lo alto ceremoniando 
para nosotros dueño y testigo de un altar. 

Dejo que el silencio se apodere del paisaje 
y sacuda los fantasmas ahora que todo es viento suave 
y nada más importa: jugar a que son flores 
las tres hojas verdes de la cactácea, 
o imaginar en la maleza el camino ornamentado 
a la entrada de la iglesia. 

Y entonces, voy segura de las huellas de este día 
de lo inútil que será el tiempo, 
las pupilas o todas o ninguna lluvia futura 
o el desierto para derrumbar el adobe y la esperanza. 

Aquí en lo real de una promesa 
aquí solos ante una figura Del Carmen 
los ojos son vulnerables como esta construcción desnuda 
y no caben las corazas para mi corazón derribado. 

Y sí, por un momento podemos oír la brevedad 
de dos palabras imponiéndose como un templo 
en un lugar de nombre Cachiyuyo 
un lugar más acá del norte y del sur, 
un centro que nos conecta, 
atemporal y feliz.

.


Emailer-Daemon@





Hasta aquí se silencia la palabra
que se desliza en su falso estatuto de silencio.


La memoria tiene su ritmo
de sueño en el sueño de escapar,
quizás, porque del otro lado
hay momentos que se añoran.

Escribo para mi defensa
aun cuando no alcanzo
con el rasgueo de las teclas acariciar
los recuerdos que me invaden en este rectángulo infinito.

Y no es cuestión de tiempo
ni de distancia
para que el deseo estalle inesperadamente
y se apodere de nuevo: pensamiento, piel y lágrimas,
queriendo adherir algún significado más preciso
como un archivo de te sigo amando,
querida...
a pesar del despecho.
de
a pesar de todo
a pesar de todo, de mi y de ti...

para que en menos de un segundo la ilusion
de llegar a donde estoy,
como cuando era el dialogo en los ojos
- si fuera por ti, el la voz o el tacto - la respuesta simultánea
y nunca me había inundado este vacío
de un oscuro remitente y su imperturbable frase:

"la entrega al destinatario ha fallado permanentemente"