1 de noviembre de 2017

Emailer-Daemon@





Hasta aquí se silencia la palabra
deslizándose en su falso estatuto de silencio.


La memoria tiene su ritmo
de sueño en el sueño de escapar,
quizás, porque del otro lado
hay momentos que se añoran.

Escribo para mi defensa
aun cuando no alcanzo
acariciar
con el rasgueo de las teclas 
los recuerdos que me invaden 
en este rectángulo infinito.

Y no es cuestión de tiempo
ni de distancia,
el deseo estalla inesperadamente
y se apodera de nuevo: 
pensamiento, piel y lágrimas,
para adherir algún significado más preciso
tipo archivo de "te sigo amando",
"querida...
a pesar del despecho,
de...
a pesar de todo
a pesar de todo, de mi y de ti..."

para que en menos de un segundo la ilusión
llegue a donde estoy,
como cuando era el dialogo en los ojos
- como si fuera por ti, la voz o el tacto - 
la respuesta simultánea
y nunca me hubiese inundado este vacío
de un oscuro remitente 
y su frase imperturbable:

"la entrega al destinatario ha fallado permanentemente"


No hay comentarios: