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16 de febrero de 2018

Un Munch







Deja que la noche se haga
y se drena como uno
en la penumbra
nuestra respiración imaginaria?
y que cuando a las 7:00 am
Cuáles son los hemisferios sol y lluvia?
¿Importará lo eterno de mi piel y de tus manos?

Sé que aroma no obedece al subjuntivo
ni puede evitar que la flor falle.
Solo hay un baile pintado entre paredes,
invisible, sin dormir,
episodio latente del cuerpo
siempre a punto de liberarse
de tenaz cautiverio.

El amanecer nos bebe
y seguimos siendo barcos de un naufragio
donde el grito es un Munch inmóvil
y deformado
no miento si te amo
justo en medio de estas olas
con una lengua susurrada y salvaje
capaz de tragarse la ondulante soledad con un beso.

Pero el amanecer nos bebe
y hoy el amor es un puente roto
como el sexo.



20 de septiembre de 2010

Fotografía



A dónde este mundo cuadrado
con sus ventanas brillantes,
pequeñito, como de caja de cartón
para guardar el tiempo
de trece por dieciocho
de mis septiembres en sepia.

A dónde las otras,
las que no fueron fotografía
ni superficie de espejo
ni eco de entrañas inaugurándose
para albergar la lumbre.

A dónde es que voy siempre
vértice de algo
harina o polen del instante de pan
que no es masa ni mitad
o sueño
donde ser sonrisa detenida.

Y más ahora, a dónde
estas manos sujetadas
estos ojos que se apagan, esta boca
esta sed de lluvia
y estos pies tan lejos de Valdivia
y este beso y este beso...

que es un aquí partido,
geografía de álbum
y mordaza y hambre
de algún a dónde que no sea
el oír en esta caja
cómo cae arrugado,
el universo.





15 de julio de 2010

A nombre de su nombre






Una vez que lo escriba
cómo no habituarme a su nombre maduro
que viene a ser presencia
en este país de cigüeñas
donde antes sólo hicieron nido
imaginarias golontrinas
y tristezas ferroviarias.

Cómo no entrañar su calidez
pronunciada en este frío Santiago
con neblina tan láctea
amordazándome
tan él aprisionando del labio al pecho
y desde el ahogo a la curva en la palabra
que no cesa
y se dice hasta que los ojos dejan de ser ojos
y presagian la vida desde la vida
hasta adentro de los cuerpos.

Cómo no escribirlo
mientras lo voy respirando
en las cosas más deliberadas
y exquisitamente reales
de la casa y estas calles que me palpan
como si les debiera explicación
por las sonrisas
que van haciéndome olvidar
tanto gris de invierno y sismo
sobre mi boca.








12 de julio de 2010

Grabado





Hay un manzano en flor detrás del tiempo
un tiempo azaharino en lo tibio de tu boca
casi siempre
con forma de vasija, recipiente
y sensible como cuña de lengua temprana
que sabe pronunciar los sabores de la fruta
y grabarse en el labio

- así la humedad de la piedra -.

Detendría el paso de las sombras
para que permaneciera el cielo
con su cota de luces
que bien podrías encontrar en mis ojos
si ya sabes el idioma de los tristes.

Pero hoy
deja que yo te mire
y sea la tregua íntima de la lejanía
en esta oscuridad que nos traspasa.

¿Acaso no es igual para los dos
la sed de vertiente?

Deja que te mire y brille mi labial
por un momento

que palpe en tu pecho el calor que añoro
y mi seno oculto sea intuición de luna perfecta.




15 de abril de 2010

Sintonía de la distancia II






Las ciudades aquí se caen
y los escombros forman laberintos
que dejan atrapados
el sueño y los miedos.
Algunos hacen como que se levantan
y retiran su pesadilla como un derrumbe,
pero siguen dormidos
porque es más sencillo que ver despiertos
la distancia hasta reconstruirse.

Yo también hago como que camino
y voy de pie sacudiéndome los años
y los restos con sus escasos comienzos,
por eso no me sirve estar cifrada
como un nombre
que el silencio fractura
hasta volverlo pedacitos
que después se olvidan en una esquina.

Te quiero aquí desnudo como un abrazo
que irriga de lluvias y de mis pájaros del sur
este gris que salgo a caminar
como si nada.
Te quiero a ti,
desnudo de versos
con la complejidad de mirar a la frontera
y del no saber si estar o no
como si nada, pero conmigo.

Y te quiero aquí para recorrer
no las huellas que dejó la poesía
ni las antiguas nostalgias
ni las tristes metáforas,
sino este sismo del que sobrevivo
con mis calles oscuras
con mis manos y el rostro a solas
con esta sintonía que me levanta en serio
cuando enciendes para mí
toda una ciudad.




14 de marzo de 2010

Réplica






Todo se viene abajo en dos minutos
como si fuera sólo piel avejentada de pronto
cayéndose
como lugares hechos de cascarita
cayéndose
los veranos con sus costas
y los queridos nombres
cayéndose
como si cada instante de lo que fuimos

es instante cayéndose
en medio de las grietas de lo que ahora somos.

No me agobian las pérdidas
sino la desnudez que fragiliza
y me sacude como a estos versos desmoronados
que nunca más serán torres
ni escudos o espejismos de la otra yo
cayéndose.

Y aunque ya voy de pie
soy más yo, vertical bajo la lágrima
arrasada también
sin presumir los tú o los yo
cayéndose
narrados o en metáforas
ni en retratos que apenas caben en la boca
de heridos como vamos
cuando todo se viene al suelo
y sólo quedan nuestros ojos
con un rostro
cayéndose
a mitad de la pregunta

¿Que acaso ya la vida
no está suficientemente rota?




13 de marzo de 2010

Terremoto - Mi sur herido (27/02/2010)







Yo creo más que nunca en el abrazo
que sostiene el minuto treinta y seis
después de la hora tres que se desploma.
Creo en ese gesto único
que salva al vecino y al hermano
de ser sólo vecino y hermano
en el recuerdo.

Cuando mi sur está roto
y el alma apenas puede distinguir entre el miedo
el dolor o la vergüenza
estar en pie es lo que queda
es otra forma de estar resucitado
de no preguntar si la muerte es selectiva
o si debía remecernos
la tierra para descubrir que hay màs veredas
que nunca visitamos.


25 de enero de 2010

Reina




"todas íbamos a ser reinas,
de cuatro reinos sobre el mar" (Gabriela Mistral)


Yo no iba a ser reina como Lucila
ni voy camino a mares verdes
con árboles de pan y de azafranes.

Planto aquí la mirada y me empino
en pies de barro
tan lejos de las cien montañas, tan
como ajena de reinos
que no sean ruido y luces
de la ciudad en mí, terrosa y solitaria.

Yo no iba a cantar sobre los valles
ni voy soñando reyes con cultivos de sombras
y oficio de silencios.

Hoy vengo de creer en los balcones
con tu luna pintada de Gaudí
y círculos abiertos
como estrellas de agua mineral
en noches oceánicas hablándonos
-tan imprescindible la boca-
sin que se dislocaran los besos
e inocencias
ni el abrazo de este territorio
que es mi cuerpo perdido.

Pero hoy no me conforma ser segunda
ni la espera a mitad de palabra
ni tu mirada como cereal
cuando son nata mis pechos
porque me quiero única
mujer, no sólo loba
celosa
soberana
de toda arena donde se queman mis pasos.

Solange cuando soy en tu lengua
y de pronto
como si emigráramos.


Rapto






Me pregunto a dónde huir
para que no me alcance mi sangre
con su carcajada masoquista cada mes,
dónde, que me esconda de mí
sin que pueda torturarme el tiempo
y la hora impar que no conozco
y la promesa de espigas madurando.

A salvo de mí, de mi simpleza
y del miedo voraz a las ausencias de pálpito
y de vientre,
lo suficientemente oculta
para no parir palabras tristes
que ya tiene bastante el mundo
y sin embargo,
que una mano me encuentre
que tus ojos se atrevan a mi egoísmo
y aún así, que me derroten
hasta que no quede nada
ya nada de la que fui.




3 de enero de 2010

Silencio roto






¿Y si escribir no cuenta,
porque el mundo es un bloque de palabras
que limitan
apenas con las mías, apostillas de un silencio?

Escribir es tal como tú dices y a veces
también este agujero
que pronuncia tan mal la noche a solas
y tan gramatical las decepciones
que hasta el verso es otra línea
en la expresión perdida de mi cara.

No sé escribir para que esta voz describa
lo que oculta
ni menos sé acercarme siquiera a su gatillo
sólo sé que dispara
cada vez que me he rendido de mí misma.





Vasija






Cabría buscar un nombre a este ser cosa
y disolución,
al cerrar de tus ojos
y esa indefinible forma de quedarte, yo, grabada
como en las vasijas, que de todos modos,
trizarán su fragilidad de destino gastado
en el espesor de su tiempo.

Cabría reescribir tibieza en lo sensible
heredad de los genes y esa súbita emoción
de ser sabor que es recuerdo o sombra
y, sólo a ratos,
permanencia de cielo con su cota de luces
que bien podría decir por mí
el mensaje desprevenido,
pero que teme mi vientre
resquebrajándose.

Cabría tan sólo la palabra
con su eco de barro esculpido en la caricia.
Y sin embargo, es justo ese fondo de gravidez
en que se refugia el silencio
donde comienzo a ser de nuevo algo
de un algo parturiento que quiere pronunciarme.


12 de octubre de 2009

Oleajes







Te reconozco aún en lo mío
en estas cosas dos años más gastadas
más solas sin los significados
que se quebraban en tu boca
cuando era tan fácil darle vida a la ciudad
y habitarla de besos.

Hoy me hallas otra vez prisionera de tu risa
servida en esta copa
con algo de cerveza lager y mar burbujeante de recuentos
embriagados minuciosamente
de uno en uno
como se suele hacer con los nombres
que se declaran en los para siempre
de los buenos momentos.

Si supieras...
- y a veces creo que lo sabes -
lo que son estas calles para la memoria
o las nubes con forma de letra arañando las respuestas
o la palabra que soy bajo tus párpados.

Por eso no es extraño que vuelvas
como oleaje fresco a ser presente
y te recites en un nuevo pacto
insistiendo que tú eres el olvidable y no yo,
pero sucede que no es solo cuestión de cerrar los ojos
e intentarlo.
Lo sabes,
no se quieren olvidos 
cuando halla su refugio, el amor
en la reiteración de la mirada.






7 de septiembre de 2009

Septiembre







De este lado septiembre es cordillera
deslizándose como un capricho
que logra percutir colores en el aire
con puñados de volantines
y las típicas banderitas del dieciocho.

Es difícil no fijarse en cómo aclara la gente
y las avenidas que hasta parecieran ensancharse
como brazos alborotados por la luz.

Es automático el cambio de hora,
las fachadas poseídas por enredaderas
y el polen ionizando las branquias
hasta la fatiga de la tarde.

Yo me renazco septiembre con su aliterada canícula
y el sudoroso canto próximo al Mapocho.
Ahí es que soy entre voz de Vega y San Cristóbal
y me coinciden lo humano y lo inevitable
como comprar chirimoyas, helar el mote con huesillos
o desechar la idea de suicidarme.

Tal vez sea pura ingenuidad este mes noveno en parto
como que florezca sol adentro de las gotas
que olvidó el invierno
y todo esté femeninamente predispuesto para otro inicio.




23 de julio de 2009

Replegada




Sé de mi condición de agua
y de verbo él,
tan desprendidamente oleaje
y estallido de vocales a punto de parirse
para afirmar la noche...

pero
no puedo replegarme a mis entrañas
cuando el aire de su olor
es un augurio en que voy a perderme.

No aprendí todavía de las distancias ni aún 
de las heridas de lujuria
con que anegan

y es que humedece su perfume
y salpica redondo como acústica
de una cascada tibia que va a cubrirme.

Soy de mí inevitable
por eso, la ira es conmigo
-ya no diré de él y de cómo duele-
también me deja llagas el sostén
y me acosa el aroma de la tarde
cuando se mezcla el sur de pino y río.

Que él es un desborde
y yo apenas cauce
no me alcanza, aún como pretexto.



5 de julio de 2009

Estos silencios




"el dolor es una maravillosa cerradura",
Blanca Varela



Le temo a mis voces cuando este silencio abunda,
cuando oigo a los pájaros y sé que sólo un eco
astillará los próximos segundos,
las horas se encorvarán
como una brizna oscura y envejecida
hasta cerrarse.

Detrás, quedaré, rostro de agua en un rincón,
transparencia silvestre
de estos ojos que se mirarán espaciales
- porque sé que ahí germinará
esa parte lejana,
que es mía, de mi tristeza
que huele, a veces, a violetas
y liturgias
o a vacíos
cuando la memoria es una asfixia
y las costas se alejan de repente
y el océano es sólo olor salobre que amuralla -
y querré, como quiero ahora,
el arrullo de una lluvia fina
que sólo ella me oiga sollozar
mientras me oculta.

Tal vez, mi nombre es un acorde del silencio,
tal vez, así es como de mí, dirá algo,
pero yo le temo, y a sus colores
que gestan primaveras
y luego callan grises
como si voces oxidadas.

¿Entonces, me pregunto:
cuántos grises me hablarán antes que otro rayo,
luminoso azul en su infinito
sea pupila en la mía
para navegar a mar abierto
juntos y con los que ya se han ido? *


16 de abril de 2009

Ajena



Ajena


Arriba la luna en un zumbido
cómplice de esta ruta que me desnuda,
va girando como letras
que se escapan hasta las sombras.

No sé de ésta que soy, ajena,
crepitante de piel
en alguna hoguera de gotas de vino o fuego.
Ni del hechizo de la tarde naranja
con sus nubes pintadas
en papeles que llevan lo que me queda.

Apenas sé de la perfección de la lluvia
de la tímida amarillez de los aromos
y de los milagros comunes de cada día.

Tan secreta de mí,
la sospecho celosa, frágil
perdida entre parajes doblados en una servilleta
que no se abre
y sólo a veces se extiende
súbita
sobre una mesa o alfombra o cama
de algún lugar
tan secreto también
que no me toca.

Tan olvidada de mí,
no me extraña pasar con los ojos cerrados
para no ver tus gestos en ella
de luz felina
o antorcha latiendo triste,
aunque semeje a lo que tú llamas quietud
o a lo que yo quisiera llamar amor.


* Un poema viejito 2006

21 de marzo de 2009

Gran Surco



Sabe de mí esta geografía
de grietas y escritura desgarrada sobre el musgo

Sabe de las repetidas veces
en que me dejé caer
respiración y corteza y roca de agua
desbaratándose

Porque hay vértigo en lo tristemente inevitable
hay memoria que arrasa
y precipita el corazón al grito
como esos paisajes
que me ausentan
y me llevan de espaldas al norte
cargada de tantas y tan distintas muertes

Y he ahí que los brazos extendidos
también se rinden
y son apenas resonancia y viento
y, a veces, relieves allá afuera
rugido en el salto
que habrá de gravitar
como superficie en algún océano
de silencio implacable

17 de febrero de 2009

Debí quedarme Huilo Huilo



No tienen destino de lluvia las palabras
no mi lluvia y mi cielo de febrero
no este puente que han erosionado
ni mis árboles de sur
más al sur de las verdades

Otras
de otras será su blanco escrito
su nube remitiendo a brisas
a tardes de verano
y caricias de duraznos
sobre la piel descubierta

Debí quedarme viento
en la montaña
debí quedarme aire alto
entre los saltos de agua
en Huilo-huilo
y así ser lluvia real
y sur
y lágrima infinita
que nadie viera en el disturbio de los siglos
y su celo
por los nombres en silencio
o por llamar a las acacias
cuando podríamos hablar de tantas arboledas.


*Foto: Salto del Huilo-Huilo, IX región, Chile. Febrero de 2009
* Huilo: palabra del mapudungun = grieta o surco/ huilo-huilo, en plural= gran surco.


12 de febrero de 2009

Signo de Aire





Hay despedida revelándose

imprudente
de camino a las afueras.

Hay mejillas aferrándose a la calma
de este aparentarnos
cuando el tronar del aeropuerto
es un pasillo interminable
de accesos con sus números
y gestos que se fijan, y maletas
mientras las manos se preguntan
por los hasta cuándo
de los besos.

Entonces será todo lo que había
en este cielo dividido.

Y serán tus palabras un modo de no sufrir
el eco de los metros cuadrados
y las calles donde me pierdo.

Entonces habrá lo que había de tus brazos
con su calidez avivando la memoria
y este refugiarse en tus espaldas
hasta que regreses.


23 de enero de 2009

Volver a la Luz


1.

Vuelvo a la luz

de pronto

al ejercicio del sueño dentro de la vida
al imposible vivir
sin haber imaginado

aferrada al cuerpo
me desnudo

por un lapso breve
entre noche y alba
-que es verdad de luna
en su creciente-
hallo aroma y embriaguez

y como si fuera toda biografía
atiborrada de destinos
que se encienden

soy yo misma el despertar de su lumbre.


2.

Un rostro espera

es un ovillo desmadejándose
de sonrisa tendida como hebra
al final de la historia

es oscuridad
remotísima en desvanecimiento

mientras el sol
instala su tienda
en otra isla

hasta donde regreso.


3.

Me gusta esta condición de tierra
y agua desolada
marcando mis solsticios

a solas se nutre la mirada
de objetos

cotidianos
pequeños

que iluminan el lento reflejar
del hombre
en todo aquello
en que se gasta.


4.

Esta que soy debe partirse
en pedacitos

nada es contradictorio ahora

a mi edad
la plenitud escasea

pero es armonía
toda esa gama de milagros

repartida
entre la que escribe y la que vive

estos poemas.


5.

Hay algo de juego en todo lo que fluye
naturalmente
como a escondidas en lo simple

ahí la gota que no se oyó caer

o acá el equilibrio de la luz
en el instante preciso
en que dejándose expandir
divide mi sombra en dos

como un par de negativos
listos a disputarse
mi próximo paso.


6.

¿Sabías que luz se emparenta con 'leukos'
del griego blanco?

en efecto,
brillantez
de un espacio que mantiene la pureza
en la nada impecable
de su vacío

¿será que vuelvo
a la sólida perfección
de estar a solas

tan

que ni siquiera
estoy conmigo?


7.

Tan pequeña insignificancia
la espina sobre la mano

rígida hiere
mientras más se infecta
su clavada

hay que sacarla a la luz
hay que sacarla hasta la lágrima

que se pose inofensiva

con pulgar e índice
elevarla

y soplar.


8.

Hay tibieza en cierta luz que puebla

que habita soledades
cuando son purificación
cálido mirar
y un permitirse

cuando son el guiñarle al brillo
que somos
y que siempre regresa
a los ojos de quien - amando -

ha llorado.


9.

La respiración es un animal
a veces

abrasante y enjaulado

que a la menor caricia
gime

suspira hondo
y repite su bufido
ahora doméstico

ante la intimidación insistente de la luna.


10.

Hay un blanco que es blanco
de su coraza

cal humedecida acertándole
a la luz con el destrozo de una estrella

hay manos y boca rota
pero hay la voz abierta como un cielo

y pies descalzos
o huellas de niño
en la arena que también es blanca
como la ternura indecible
de un castillo desmoronado


11.

Encandilarse
y que el exceso de luz nos predisponga

a sonreír
a lo que visualizamos
de la sombra

hasta extraviar los ojos
la pupila y su desembocadura
y perder el tacto

como quien se abrasa
de tanto mirar
destellos
en braile.


12.

Luces
ideas sobre mí
que desconozco

abro puertas
por las que se disgregan pieles
formas de ser
en busca de un centro

soy esto que sé
y todo lo que aún voy descubriendo


13.

Una mano es luz
cuando cae caricia en el hombro

y extiende su donación
extrema
alrecibir

Aquí está la mía
tómala
es un vuelo

palabras
que quieren tocar
la fragilidad de las oscuridades.


14.

Cruza un significado hasta su nombre
hay química de letras
en el trayecto

una voz dibujando la parábola
y todo el esplendor
de la sonrisa bajo su arco

dos comunicantes
y brillo en la mirada

no hace falta carne o verbo

Amanecer

Ha rasgado la noche su vestido
dos a solas
y ya nada que los cubra.


15.

Suficiente luz
el pan
el tren
y las rodillas

Soy ese balbucear
a veces
que apenas nutre la espera
en un profundo
ruego.


16.

De colores
cuando enfrentado al sol
el vidrio refracta sus partículas
así yo
cuando expuesta la verdad
un amigo me acontece