23 de julio de 2009

Replegada




Sé de mi condición de agua
y de verbo él,
tan desprendidamente oleaje
y estallido de vocales a punto de parirse
para afirmar la noche...

pero
no puedo replegarme a mis entrañas
cuando el aire de su olor
es un augurio en que voy a perderme.

No aprendí todavía de las distancias ni aún 
de las heridas de lujuria
con que anegan

y es que humedece su perfume
y salpica redondo como acústica
de una cascada tibia que va a cubrirme.

Soy de mí inevitable
por eso, la ira es conmigo
-ya no diré de él y de cómo duele-
también me deja llagas el sostén
y me acosa el aroma de la tarde
cuando se mezcla el sur de pino y río.

Que él es un desborde
y yo apenas cauce
no me alcanza, aún como pretexto.



4 comentarios:

cielo claro dijo...

Dios de mi vida, mi niña, eres un dios de la imagen, del verbo y de la poesía, leerte es respirar hondo y volver a leerte otra vez, eres una maravilla.

Extrañaba estar aqui, que gusto me da visitarte, tu poesía para mi, es un oásis maravilloso.

Besazos grandes para ti.

tapeks dijo...

Grandes poemas!!!
Por ahí buscando a Valdivia me he encontrado este blog!
y está muy bueno!

Felicitaciones!

Sol Schiaffino dijo...

Gracias, cielo claro por tu compañía en esta letras. Es muy valioso sentir que alguien lee y se deja tocar por la poesía.
Cariños.

Tapeks
Me alegra que Valdivia te trajera a este rincón que siento tan fluvial, tan de sur. Mi ciudad favorita, la lluvia inagotable como las palabras..
un gusto que leyeras. Gracias por las felicitaciones.
cariños.

Amparito dijo...

muy evocador muy tuyo