3 de mayo de 2008

De: Provocaciones


Déjame contarte de la vida antes que amanezca
podría simplemente tratarse de unas sombras
- parecidas a las nuestras en estos meses
en que la lluvia nos falta -
Pero resulta que éstas
habitan un mundo de cuatro a seis de la mañana
en las penumbras de Mapocho.

Mientras tú duermes y yo sueño que regresas,
hay los que "venden camiones"
con dos silbidos y una guerra de repollos
- o coles como tú les llamas -.

Don Gonzalito es uno de ellos,
tiene manos grandes y carga como nadie.
A veces, vocea con su cara salpicada de rubor,
aunque la helada caiga a gritos por su bufanda.
Él sabe de sombras claras y otras que no son buenas.

¿Sabías que hay códigos para entender a los ladrones?
Los hay ladrones malos, que no cobran "fianza"
ni distinguen ojos ancianos de empresarios.
Ésos se huelen desde lejos,
entonces vuelan coles gigantes y tomates,
porque ésos no tienen permiso de robar,
ésos se cargan además con sangre,
ésos van en otro turno, porque hay recambio de ladrones.
Y claro, los hay que son ladrones buenos,
que entran "con permiso"
y cobran "fianza legal" a quien más tiene.

Y sucede que ignoro tantas cosas
como estas historias en La Vega
y el motivo de tus luchas
o a dónde van a parar tus insomnios y promesas.

Y sucede que el silencio nos sucede
y quisiera contarte cómo bulle mientras te espero.



(Para Luz Carolina)

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